Divertida, porque muchísimas personas nuevas entran a nuestras vidas, y con la mayoría de estos individuos creamos vínculos que permanecen por muchos años, incluso por el resto de nuestras vidas. Las fiestas abundan, el entretenimiento nocturno también, y conocemos nuevas maneras de pasar el tiempo.
Emotiva, porque por primera vez en nuestras vidas nos encontramos frente a frente con las verdaderas emociones de decepción, alegría, amor, desamor, orgullo. En esta etapa finalmente conocemos cómo reaccionamos ante situaciones reales, pues ya nos hacemos valer por nosotros mismos.
Reveladora, pues vemos los verdaderos colores de la vida, vivimos solos, tenemos que administrar nuestro tiempo y nuestro dinero. Más que conocer el mundo como realmente es, conocemos las verdaderas caras de las personas, y conocemos nuestra verdadera identidad también.
Todo esto puede ser muy positivo y esta etapa puede ser muy buena para nosotros, o completamente lo contrario. Muchas personas, al exponerse al mundo, al cambiar su vida completamente saliendo de sus casas, de sus rutinas y de sus zonas de confort se inhiben completamente y se hunden en su propio intento de adaptarse al cambio.
El impacto de este cambio es diferente en cada persona, depende mucho de la personalidad y del ambiente en el que vivían, familiar y social. Muchos individuos simplemente no se adaptan tan bien al cambio en un inicio, y esto les provoca muchos sentimientos de tristeza, ansiedad, impotencia, desinterés, entre otros. Normalmente, estos sentimientos no los comunican con los demás, puede ser por falta de confianza o el individuo puede no ser tan abierto en general.
Al no comunicar todo esto y no poder desahogarse las personas acumulan todos estos sentimientos, y esto puede concluir en cuadros depresivos.
La depresión, ya que invade al individuo, resulta en cambios en su estado de ánimo, en cambios en la manera en la que se relaciona con los demás y afecta también en el desempeño escolar. La energía disminuye, presentan problemas del sueño, apetito, entre muchos otros.
Es importante que las personas entiendan que no todos procesan las cosas de la misma manera positiva que la mayoría, y no con decir ''ya no estés triste'' la situación mejorará. La depresión y los cuadros depresivos son un tema serio, y se requiere acudir a un psicólogo que pueda ayudar a que la persona mejore por medios sanos, y que el problema no empeore para que no haya necesidad de referir a un especialista. Las terapias son muy útiles para desahogarse, y lo más importante es el tiempo, hay que ser más abiertos cuando nos enfrentemos con problemas de este tipo para que no escalen a algo mayor que afecte nuestra vida enteramente.
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